Que uno de los mejores discos de Punk lo hayan compuesto un gordito gay y un timido greñudo harto del ... punk rock, ambos totalmente frustrados , dice más que todos los libros y documentales acerca de lo origines, filosofía y contextos culturales que pueda representar el punk.
"Hay veces que de cosas malas surgen cosas buenas. De la II Guerra Mundial salieron numerosos avances científicos y tecnológicos como el radar o algunos antibióticos, y de tener una resaca enorme nació este blog (aunque dudo que eso fuera bueno). Lo malo es que también pasa lo contrario. “Zen Arcade” fue la obra de referencia de todas esas bandas para adolescente que aspiraban a figurar en todos los pósters de las habitaciones de los quinceañeros estadounidense. También fue el primer disco cuya finalidad última era dar rienda suelta a todas emociones negativas a través del Hardcore Punk, pero mientras Hüsker Dü usaba el Hardcore de forma casi terapéutica y se liberaban de sus miedos, inseguridades y anhelos frustrados, las bandas que vinieron después hicieron uso del artificio, de la emotividad fingida, de la pura estética.
“Zen Arcade” es el “Quadrophenia” de los 80, aunque yo soy de los que piensan que el disco de The Who es bastante mejor. Se trata de un doble LP de 23 temas que cuenta la historia de un chico que deja la casa, se droga, se mete en problemas, tiene una novia que muere y todo ello haciendo uso de técnicas nunca vistas antes en el Hardcore (de ahí el término Post-Hardcore). La furia está ahí en la misma cantidad o mayor que en cualquier disco de Minor Threat, pero ocurre que la música a veces es acústica (Never Talking To You Again), o puramente instrumental (One Step At A Time), o tiene influencias psicodélicas (los instrumentos de The Tooth Fairy And The Princess están claramente invertidos y el efecto eco de la voz crea una atmósfera totalmente onírica), o incluye sonidos lejos de los convencionales (Hare Krshna es una interesante aproximación al Hare Krishna desde el punto de vista del Hardcore). Y en cuanto a las letras tratan todos los tópicos de la juventud y más. En “Zen Arcade” se reflexiona sobre la amistad (I’ll Never Forget You), el amor (Masochism World), las drogas (Pink Turns To Blue), la fama (The Biggest Lie) o la familia (Whatever), pero su aproximación es a veces bastante simplista (quizás coincidáis conmigo en que Newest Industry va a lo fácil). Y claro, los grupos inspirados por Hüsker Dü lo hicieron mucho peor.
Este álbum fue grabado y mezclado en tan solo 85 horas y se resiente por ello. En algunos temas no se oye un carajo la voz y en otros las guitarras suenan demasiado agresivas, pero, como decía antes, de cosas malas pueden nacer cosas buenas: en este caso, el efecto de ser un disco totalmente espontáneo, surgido del estado emocional de los líderes creativos de la banda en el lugar, en el momento y de la forma más pura posible. No obstante, la rapidez con la que se grabó va muy en consonancia con la esencia del Hardcore. No tiene sentido dedicar mucho tiempo a la producción si el Hardcore Punk consistía en no decir más de lo que tienes que decir con la mayor fuerza posible. Muchas letras no superaban las cinco o seis frases. ¿Para qué más? ¿Para qué jugar a ser Bob Dylan si lo que pretendo es comunicarme de forma clara y que el mensaje pueda ser comprendido y repetido fácilmente?
Claro que, como decía antes, este disco no es puramente Hardcore. En Pink Turns To Blue, el tema más cercano a lo que se pueda llamar Pop, la belleza se da de la mano con este estilo musical, cosa muy poco frecuente como es de imaginar. Esta síntesis es el embrión de todo el Rock Alternativo que vendría después. Pero entonces Hüsker Dü no tenía ni idea de qué pasaría después. Aquí toda esa belleza causa más desazón y tristeza que cualquier tema de Black Flag. La idea central, la muerte por sobredosis de la novia, queda envuelto en una capa de guitarras distorsionadas que crean un aura de misterio y sobrecogimiento por la tragedia, aunque no entiendas muy bien lo que está diciendo. Poco después llega la catarsis en Turn On The News. Todas las emociones negativas, todas las frustraciones, todas las malas experiencias salen a flote y por primera vez se plantea la pregunta de si el espíritu humanitario y fraternal para con toda la humanidad no sería sino la solución a todos los problemas que suceden por el mundo. Algo moralista, sí, pero es uno de los temas más irresistibles del disco. ¿A quién no le apetece cantar “Turn on, turn on, turn on, turn on the news!!” con Hüsker Dü? No hay mejor cierre que un himno así cuando quieres cambiar algo el mundo a través de la música.
“Zen Arcade” fue el punto de inflexión de Hüsker Dü. Jamás habrían hecho historia si no hubieran intentado dar un paso más allá, y cuando lo hicieron era muy tarde para dar un paso atrás. Había que explorar ese territorio ígnoto, como si de un conquistador español en pleno siglo XVI se tratase. Lástima que no pusieron rígidas fronteras y sufrieron las peores consecuencias de la inmigración musical masiva…