jueves, 29 de noviembre de 2012

Nirvana - Bleach (1989)






Sucio e incendiario. Un debut corrosivo, ruidoso, asocial. Canciones que parecen decir "Largate" o "Go Away" en "Scentless Apprentice". Tres tipos asqueados con sus insípidas vidas americanas. Aburridos. Si, tres ceros a la izquierda con la suficiente fuerza y entusiasmo para grabar la mas hermosa porquería sobre vinilo virgen.

Los entiendo, los comprendo y me identifico.

Himnos lentos y fúnebres  canciones rápidas y desesperadas. Hay lugar tanto para el desgaste vocal como para la calma sonora. Canciones violentas, dolorosas, que vomitan bilis. La producción sucia no hace mas que pulir el contenido.

Las influencias obvias: Black Sabbath, Black Flag, Beatles, Zeppellin, Melvins, Mudhoney. Pero escuchandolo mas atentamente salen a relucir otras: Flipper, Wipers, Dead Moon, Celtic Frost ( solo esuchen "Sifting") y Dylan Carlson.

Desde la excepcional y lenta linea de bajo que abre "Blew" hasta la frenética y política "Downer", Nirvana se muestra como lo que es: una banda de pueblo, de barrio, que hace al lado las pretensiones artísticas que otros grupos tenían. No fama, no arte, no hipocresías. Así suena Bleach. A eso y a mucho nervio, a muchacho angustiado, a ganas de sobresalir.

Bleach es el certificado de autenticidad de una banda real y autentica.